El oro acaba de alcanzar su punto más alto. Los precios se dispararon a 2.531 dólares por onza troy esta semana, gracias a un aumento en el interés de los inversores occidentales que apuestan a un próximo recorte de las tasas de interés en Estados Unidos.
El revuelo es real: el oro ha ganado más del 20% sólo este año. Los fondos de cobertura y los grandes actores institucionales están comprando como si estuviera pasando de moda, elevando los precios a nuevas alturas y llenando sus carteras con metal brillante.
Occidente ha tardado en darse cuenta, pero ahora está recuperando el tiempo perdido.
Durante meses, los inversores occidentales se mantuvieron al margen mientras los precios del oro subían, impulsados principalmente por compradores chinos que buscaban un lugar seguro para depositar su cash en medio del caos en sus mercados bursátiles y inmobiliarios.
Ahora, parece que Occidente finalmente ha despertado a lo que ha estado sucediendo en Asia durante todo el año. Como lo expresa la economista Ruth Crowell:
"Occidente se está dando cuenta de lo que Asia ha estado traca principios de este año".
Pero no son sólo los sospechosos habituales en el mercado del oro. Las apuestas alcistas sobre futuros de oro en el mercado Comex de Chicago, una opción para los inversores occidentales, alcanzaron un nuevo máximo desde la pandemia de COVID-19.
Según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas, se agregaron más de 100 toneladas de oro en solo una semana, que finalizó el 13 de agosto.
Este mercado suele estar dominado por fondos de cobertura y comerciantes especulativos que buscan ganar dinero rápido, mientras que los ETF son más populares entre los inversores institucionales y minoristas de América del Norte y Europa.
Estos ETF, respaldados por oro físico, han visto aumentar sus tenencias en 90,4 toneladas desde mayo, lo que equivale a la asombrosa cifra de 7.300 millones de dólares.
Esta oleada de actividad pone fin a un período de 20 meses en el que los inversores occidentales ignoraron en gran medida el repunte del oro. Durante ese tiempo, los inversores chinos fueron los que hicieron subir los precios, viéndolo como un refugio del caos en sus mercados de valores e inmobiliario.
Pero ahora que los compradores estadounidenses y europeos se lanzan a la pelea, parece que el último impulso del oro desde alrededor de 2.300 dólares por onza troy en junio hasta su máximo récord actual tiene un nuevo conjunto de factores.
John Reade, otro economista, cree que:
“Lo que hemos visto es que los inversores y especuladores de Occidente empiezan a regresar al mercado del oro. Ha sido dinero rápido el que ha estado impulsando el oro”.
El mercado ya está descontando casi un punto porcentual completo de recortes de tasas para fin de año, y esta anticipación mantiene los precios en alza. Como señaló Ole Hansen:
"Esta vez, al oro le ha ido bien incluso antes de que comenzara el ciclo de recortes de tipos, por lo que la pregunta es en qué medida el recorte de tipos esperado respaldará nuevas ganancias".
También ha habido un aumento en las compras opacas en el mercado extrabursátil, particularmente por parte de oficinas familiares preocupadas por una posible devaluación del dólar. Este tipo de compras entre bastidores ha añadido otra capa de apoyo a los precios del oro.
Mientras el oro está en alza, Bitcoin está teniendo una semana difícil. La criptomoneda cayó por debajo de la marca de $60,000, un nivel de resistencia crítico que ha estado luchando por recuperar.
La capitalización general del mercado de criptomonedas también se vio afectada, cayendo un 1,9% para situarse en alrededor de 2,11 billones de dólares.
Los analistas han señalado que este tipo de consolidación es similar a los patrones observados en años anteriores, especialmente en la “Fase de Verano” de 2022 y 2023.
Pero hay un lado positivo para los entusiastas de las criptomonedas: estas fases a menudo han sido seguidas por fuertes movimientos ascendentes, lo que potencialmente prepara el escenario para que Bitcoin alcance nuevos máximos históricos en los próximos meses.
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