Las inversiones de Arabia Saudita en bonos del Tesoro estadounidense se han disparado a su punto más alto en cuatro años. El Banco Central Saudita (SAMA) posee 144 mil millones de dólares en bonos del Tesoro de Estados Unidos, que representan el 35% de sus activos extranjeros totales según los últimos datos de octubre.
Se trata de la mayor proporción desde febrero de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 sacudió por primera vez los mercados mundiales. A pesar de este aumento en las tenencias de bonos estadounidenses, las reservas extranjeras totales de Arabia Saudita se han desplomado a 411 mil millones de dólares, marcando su punto más bajo desde febrero de 2020.
La caída refleja una combinación de estrategia económica y necesidad fiscal, con retiros masivos dirigidos al fondo soberano del país y al gasto público interno.
Cambio de reservas: una jugada táctica
En 2020, las tenencias del Tesoro estadounidense de SAMA representaban más del 37% de sus reservas de divisas antes de caer drásticamente. La caída se produjo después de una transferencia de 40.000 millones de dólares al Fondo de Inversión Pública (PIF) cuando el gobierno tomó medidas para capitalizar el caos del mercado mundial.
Aprovechó esas reservas para comprar activos con descuento durante un período de pánico de los inversores. Es imposible ignorar el momento de este cambio. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría rejuvenecer el alineamiento político y económico de Arabia Saudita con Estados Unidos.
El príncipe heredero Mohammed Bin Salman, que enjuna estrecha relación con Trump durante su primer mandato, parece estar posicionando a Arabia Saudita para fortalecer los vínculos con la administración entrante.
A principios de este mes, Yasir Al Rumayyan, jefe del PIF y aliado de confianza del Príncipe Mohammed, fue visto sentado junto a Trump en un evento de UFC en Nueva York. Esa fue una muestra pública de camaradería que podría significar que el reino está listo para recalibrar sus relaciones con Estados Unidos bajo un aliado político familiar.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro aumentan: los inversores esperan los datos laborales
Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron el lunes mientras los inversores se preparaban para los datos laborales y manufactureros clave que caerán a finales de esta semana.
El rendimiento del Tesoro a 10 años subió 1 punto básico hasta alcanzar el 4,207%, mientras que el rendimiento a 2 años subió 2 puntos básicos y se situó en el 4,192%. El viernes, el rendimiento del bono a 10 años había caído a su punto más bajo desde finales de octubre, atrayendo algo de atención antes de los movimientos de esta semana.
A modo de contexto, un punto básico es 0,01% y los rendimientos se mueven en la dirección opuesta a los precios de los bonos. En este momento, los inversores están concentrados en los próximos datos laborales, con la esperanza de medir el pulso de la economía estadounidense.
El miércoles, se publicará la Encuesta sobre ofertas de empleo y rotación laboral (JOLTS) de octubre, que proporcionará cifras sobre ofertas de empleo, contrataciones, despidos y renuncias. Es un primer vistazo sólido a cómo se está comportando el mercado laboral.
Luego, el más importante: el informe de empleo de noviembre del viernes. Los analistas apuestan a una ganancia de 177.500 puestos de trabajo para el mes, según el consenso de FactSet, lo que supondría un gran salto con respecto a los escasos 12.000 puestos de trabajo de octubre. También se espera que el desempleo aumente ligeramente hasta el 4,2% desde el 4,1%, según las mismas estimaciones.
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