El último lanzamiento de Rocksteady Studios, Suicide Squad: Kill the Justice League, ha obtenido críticas mixtas tanto de críticos como de jugadores. A pesar de la ambiciosa premisa de asesinar a héroes icónicos de DC Comics, el juego no logra desarrollar su potencial y, en última instancia, sucumbe a la falta de concentración y refinamiento.
Los críticos destacan varios problemas clave que afectan a Suicide Squad: Kill the Justice League, incluida una jugabilidad repetitiva, un diseño de niveles poco inspirado y una mecánica complicada. El mundo abierto de Metrópolis se siente vacío y carente de contenido significativo, con jugadores encargados de completar listas de desafíos mundanos en un entorno monótono. El marco cooperativo, aunque prometedor en teoría, da como resultado un enfoque homogeneizado del juego que sofoca los rasgos de los personajes individuales.
Combate sin pulir y sistemas sobrecargados.
Las mecánicas de combate adolecen de una falta de pulido y claridad, y los innumerables sistemas del juego se sienten inconexos y abrumadores. A pesar de los intentos de incorporar elementos de la aclamada trilogía Batman: Arkham, como sistemas de combos y contraataques, Suicide Squad no logra ejecutarlos de manera coherente. La interfaz de usuario tiene dificultades para comunicar información esencial, lo que agrava la ya engorrosa experiencia de navegar a través de encuentros repetitivos y enemigos poco inteligentes.
La decisión de Rocksteady de dividir su atención entre cuatro villanos jugables (Capitán Boomerang, Deadshot, King Shark y Harley Quinn) finalmente diluye la individualidad de cada personaje. Si bien el juego se destaca por darle vida a estos personajes a través de escenas y actuaciones bien elaboradas, la desconexión entre la narrativa y la jugabilidad disminuye su impacto. Además, el hecho de que el juego no haya sabido sacar provecho de sus personajes e innovar dentro del género de superhéroes agrava aún más sus deficiencias.
Un concepto prometedor obstaculizado por la ejecución
Suicide Squad: Kill the Justice League no cumple con las expectativas y no ofrece una experiencia de juego convincente a pesar de su ambiciosa premisa. Si bien el juego puede ofrecer cierto enjen el juego cooperativo o breves ráfagas de exploración en solitario, en última instancia carece del enfoque y el refinamiento que defilos éxitos anteriores de Rocksteady. A medida que los jugadores navegan a través de sus mecánicas inconexas y su diseño poco inspirado, se vuelvedent que Suicide Squad no está a la altura del legado de Batman:
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