La inflación en la eurozona se disparó hasta el 2,4% en diciembre, el tercer aumento mensual consecutivo, según datos de Eurostat. Se trata de un aumento constante desde el 2,2% revisado de noviembre y el mínimo de septiembre del 1,7%.
Los economistas habían predicho esta cifra exacta, pero el aumento constante añade presión al Banco Central Europeo (BCE), que ya se espera que recorte las tasas de interés varias veces este año para reducir su tasa de depósito del 3% al 2%.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como la energía y los alimentos, permaneció estancada en el 2,7% por cuarto mes consecutivo. La inflación de los servicios aumentó ligeramente hasta el 4% desde el 3,9%. Estas cifras subrayan las persistentes presiones sobre los precios, especialmente en los servicios, donde el crecimiento de los salarios ha desempeñado un papel dominante.
Alemania lidera la inflación, Francia se queda atrás
Alemania, la economía más grande de la eurozona, experimentó un aumento de la inflación más rápido de lo esperado, alcanzando el 2,9% en diciembre. En cambio, la tasa de inflación de Francia fue del 1,8%, ligeramente por debajo del 1,9% previsto por los analistas.
Italia informó de una desaceleración inesperada, mientras que las cifras de inflación de España fuerontronde lo previsto. Estas variaciones regionales muestran cuán desiguales son las presiones económicas en todo el bloque.
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Si la Reserva Federal adopta una postura más agresiva que la del BCE (como se espera), el euro podría encontrarse en terreno inestable.
El acto de equilibrio del BCE y la rigidez de la inflación de servicios
El BCE ya ha recortado las tasas cuatro veces recientemente, pero los funcionarios están divididos sobre cómo proceder ahora. La mayoría está a favor de reducciones graduales de 25 puntos básicos a la vez, aunque algunos, como el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau, están presionando para lograr recortes más agresivos.
La tasa de depósito actual, del 3%, todavía se considera restrictiva, especialmente dada la lenta recuperación económica del bloque. La inflación de los servicios se ha mantenido obstinadamente alta, rondando el 4% durante más de un año. El aumento de los salarios es el principal culpable, aunque el crecimiento salarial ahora muestra signos de desaceleración.
Los precios de la energía añaden otra capa de complejidad. Europa está quemando sus reservas de gas más rápido que en los últimos siete años, gracias a un invierno más frío de lo habitual y a la continua ausencia de gas ruso a través de Ucrania. Si bien el BCE espera que las presiones inflacionarias relacionadas con la energía se desvanezcan, cualquier shock adicional podría alterar estas proyecciones.
Los desafíos del crecimiento y las incertidumbres políticas nublan las perspectivas para 2025
La economía de la eurozona logró un crecimiento modesto del 0,4% en el tercer trimestre, pero el camino por delante parece lleno de baches. La debilidad del sector manufacturero, la inestabilidad política y las posibles consecuencias de las políticas comerciales deldent estadounidense Donald Trump se suman a la incertidumbre.
Los aranceles que propone podrían desencadenar medidas de represalia por parte de la UE y China, perturbando el comercio mundial y potencialmente elevando la inflación de maneras impredecibles.
Klaas Knot, el jefe del banco central holandés, expresó su preocupación por los planes de Trump. Advirtió que las importaciones chinas más baratas podrían inundar el mercado europeo, exportando efectivamente las luchas deflacionarias de China a la eurozona. El BCE tendrá que incluir estos riesgos geopolíticos en sus ya delicadas decisiones políticas.
Mientras tanto, las expectativas de inflación entre los consumidores están aumentando. informe separado del BCE reveló que las expectativas de inflación al consumidor aumentaron en noviembre, una señal de que el público no está convencido de que el BCE pueda controlar los precios rápidamente.
Los mercados de bonos apenas se inmutaron tras los últimos datos de inflación. Los rendimientos alemanes a dos años, a menudo sensibles a los cambios de política del BCE, cayeron ligeramente al 2,18%. Los mercados de swaps aún predicen más de 100 puntos básicos de flexibilización para finales de año, lo que refuerza las expectativas de recortes constantes de las tasas.
Ladent del BCE, Christine Lagarde, adoptó un tono cautelosamente optimista la semana pasada, reconociendo los desafíos que se avecinan. Reiteró el objetivo del BCE de alcanzar de manera sostenible el objetivo de inflación del 2% para finales de 2025. “Esperamos que 2025 sea el año en el que alcancemos el objetivo esperado y previsto en nuestra estrategia”, dijo.
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