China y Rusia tienen una relación fascinante, ¿no es así? Solían ser enemigos feroces pero ahora son mejores amigos. Xi Jinping y Vladimir Putin declararon una asociación “sin límites” justo antes de que Rusia invadiera Ucrania en febrero de 2022.
Es el tipo de amistad que haría que incluso el más cínico de nosotros dijera: "Oh, qué dulce". Si bien aún no ha alcanzado esa marca, los vínculos económicos, militares y políticos de los países se hantrondurante la última década.
Esta amistad quiere destruir el orden global dominado por Estados Unidos.
Xi y Putin: ¿Mejores amigos para siempre?
Un dato curioso es que la amistad en realidad comenzó a fortalecerse después de la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos en 2003. La crisis financiera de 2008 convenció aún más a ambas naciones de que la confianza del mundo en el modelo económico global era inestable.

En 2014, la anexión de Crimea por parte de Rusia provocó sanciones occidentales, lo que empujó a Moscú a buscar nuevos aliados, especialmente para sus exportaciones de energía. China, con su economía en auge, encajaba perfectamente. Se convirtió en un comprador masivo de materias primas y armas rusas, solidificando su vínculo.
Tanto Xi como Putin sienten una profunda aversión por las alianzas estadounidenses en lo que consideran el lugar que les corresponde. Para Rusia, es la OTAN. Para China, es la red de tratados de defensa de Estados Unidos en el Indo-Pacífico.
Existe un vínculo personal muytronentre los chicos. Ambos líderes, producto de infancias difíciles, están decididos a aplastar la disidencia y restaurar la grandeza de sus naciones, poniendo fin a lo que consideran una humillación por parte de Estados Unidos y Europa.

Putin y Xi se han reunido más de 40 veces. Hicieron bolas de masa juntos en Tianjin ycakeen Vladivostok. En 2019, Xi llamó a Putin su “mejor amigo”.
Después de su quinta toma de posesión en mayo, el primer viaje de Putin al extranjero fue a China, correspondiendo a la visita de Xi a Moscú el año pasado. Fue entonces cuando declararon que las relaciones entre Rusia y China estaban en su mejor momento de la historia.
Los beneficios económicos
Desde 2014, Rusia ha vendido a China algunos de sus sistemas de armas más avanzados, incluidos sistemas de misiles antiaéreos S-400 y aviones de ataque SU-35 por valor de 5.000 millones de dólares.
China se ha convertido en el principal comprador de petróleo, gas y carbón rusos, negociando precios favorables mientras Europa recortaba sus importaciones.
Dos meses después de la anexión de Crimea, la rusa Gazprom PJSC firmó un acuerdo para suministrar a China gas natural a través de un gasoducto llamado Poder de Siberia, por un valor de unos 400 mil millones de dólares, incluso a un precio más bajo que el que pagó Europa.

Ahora están trabajando en otro acuerdo sobre el oleoducto. Rusia y China también han coordinado sus posiciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde ambos tienen poder de veto, haciendo causa común contra Estados Unidos.
La combinación de fuerza económica, militar y política que China y Rusia pueden reunir está inspirando a otros líderes autocráticos y socavando la confianza en la democracia.
Los mejores amigos argumentan que el orden internacional basado en reglas promovido por Estados Unidos solo lo beneficia a él y a sus aliados, quienes rompen las reglas cuando quieren.
Informe de Jai Hamid
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