No es ningún secreto que el mundo de las criptomonedas está lleno de dramas, riesgos y empresas. Y parece que Kraken , el famoso intercambio de cifrado, no es una excepción.
Yendo más allá de los límites del ámbito de las criptomonedas, Kraken ahora está poniendo su mirada en Wall Street. Sí, el alboroto es cierto: se están sumergiendo de cabeza en el mundo de las acciones y ETF tradicionales, marcando un giro significativo desde sus raíces en las criptomonedas.
De las criptomonedas a las acciones: el nuevo horizonte de Kraken
Kraken, conocido principalmente por sus ofertas de criptomonedas, está ampliando sus horizontes. En 2024, el intercambio de cifrado implementará servicios comerciales no solo para criptomonedas, sino también para acciones y ETF estadounidenses.
Este esfuerzo estará bajo el paraguas de Kraken Securities, su nueva división diseñada para unir los mundos de las criptomonedas y las finanzas tradicionales.
Pero es esencial actuar con cautela y una pizca de escepticismo. Después de todo, si bien ciertas aplicaciones, como Robinhood, se encuentran cómodamente a ambos lados de la división entre el comercio de acciones y el de criptomonedas, la mayoría de los intercambios de activos digitales han optado por seguir siendo exclusivos de su dominio criptográfico.
Este movimiento de Kraken, aunque audaz, no es un concepto pionero. Hemos visto este programa antes, con FTX US tomando el telón después de provocar al mercado con un anuncio de una plataforma de negociación de acciones.
Obstáculos regulatorios y problemas pasados
Naturalmente, la entrada al comercio tradicional no está exenta de un laberinto de regulaciones. Kraken necesita el visto bueno de la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera y de los organismos de control financiero del Reino Unido.
Afortunadamente para ellos, los informes sugieren que ya cruzaron ese abismo regulatorio. Pero no dejes que las luces verdes regulatorias te engañen haciéndote pensar que la pizarra de Kraken está absolutamente limpia.
Justo un día antes de su ambicioso anuncio en Wall Street, surgió la noticia de que Kraken estaba obteniendo licencias en España e Irlanda para sus servicios de activos digitales. ¿Una nota positiva? Absolutamente. Sin embargo, la moneda tiene otra cara.
La Comisión Australiana de Valores e Inversiones está siguiendo a Kraken con una demanda civil, acusándolos de descuidar las obligaciones de diseño y distribución relacionadas con sus productos comerciales.
Además, a principios de este año, la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. le entregó a Kraken una factura costosa, imponiendo sanciones y exigiéndole que interrumpiera ciertos servicios a los clientes estadounidenses.
Ahora bien, ¿por qué resalto estos puntos? Es simple: la ambición es grande, pero la historia tiene su peso. Mientras Kraken pretende diversificarse y sumergirse en las turbulentas aguas de Wall Street, comprender su pasado se vuelve crucial. No se trata de escepticismo porque sí, sino de estar bien informado sobre el terreno de juego y los jugadores.
En el gran esquema de las cosas, sólo el tiempo revelará la sabiduría detrás del audaz movimiento de Kraken. ¿Lograrán cerrar con éxito la brecha entre el comercio de acciones tradicional y las criptomonedas, o esta empresa será otro paso en falso?
Wall Street no es sólo un lugar físico; es una potencia mundial que representa los altibajos de los sueños financieros. Mientras Kraken se prepara para unirse a esta montaña rusa, todo lo que podemos hacer es observar, criticar y esperar.