A medida que surgen desafíos a la supremacía del estadounidense , el análisis sugiere que la moneda preferida del mundo todavía tiene su trono bien asegurado.
A pesar de los intentos de las economías emergentes y las monedas alternativas como el yuan chino, el dominio del dólar continúa dominando el panorama financiero mundial.
Los estrategas Meera Chandan y Octavia Popescu de JP Morgan arrojan luz sobre las razones por las que el reinado del USD no se ve amenazado por ahora.
El dominio inquebrantable del dólar
Sorprendentemente, el dólar representa la friolera de 88% de los volúmenes de negociación de divisas, casi alcanzando un máximo histórico. Por el contrario, la presencia del yuan chino en el mismo escenario apenas roza la superficie, representando solo el 7%.
Las cifras pintan una imagen de la omnipresencia del dólar en el comercio mundial, subrayando la influencia sin precedentes que tiene en el mercado global.
La firme posición del USD puede parecer paradójica a la luz de las crecientes presiones, incluidas las fuertes subidas de tipos de interés de EE. UU. y las sanciones que congelaron a Rusia fuera del sistema bancario mundial.
Este duro clima económico instigó un esfuerzo unificado de las naciones BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para desafiar el dominio del dólar. Sin embargo, incluso frente a estos desafíos, la moneda sigue siendo la moneda de elección para las transacciones financieras del mundo.
Una erosión que no socava
Chandan y Popescu destacan una imagen más matizada en medio del predominio autoritario del dólar.
Si bien la participación del dólar en los volúmenes de comercio de divisas es colosal y no ha fluctuado mucho en el contexto de la facturación comercial en las últimas décadas, hay dominios en los que la moneda ha experimentado un sutil declive.
En particular, su participación en las reservas de divisas en manos de los bancos centrales de todo el mundo se ha reducido a un mínimo histórico del 58%.
Sin embargo, si se tienen en cuenta las reservas de oro, que aumentaron un 15 % en comparación con el 11 % de hace cinco años, la participación del USD cae aún más. No obstante, sigue teniendo la mayor participación en comparación con cualquier otra moneda mundial.
Estos indicios de "desdolarización" están surgiendo, pero el USD sigue dejando una gran huella en el panorama financiero mundial.
Se han intensificado los crecientes esfuerzos de los países BRICS y otros importantes exportadores de materias primas para desacoplar el control del dólar sobre el comercio mundial. Arabia Saudita y China, por ejemplo, están negociando para liquidar las ventas de petróleo chino con el yuan.
Brasil y China están introduciendo un acuerdo de compensación de yuanes para su comercio, y China y Rusia han comenzado a realizar partes significativas de su comercio en yuanes.
A pesar de estos esfuerzos, el progreso en la internacionalización del yuan es algo limitado, ya que la moneda representa un mísero 2,3 % de los pagos SWIFT en comparación con el sólido 43 % del dólar.
Esto se puede atribuir a los estrictos controles de capital de China, que probablemente obstaculicen cualquier salto significativo en el alcance internacional del yuan.
Entonces, mientras que el yuan chino y otras monedas pueden estar preparándose para una pelea, el dólar estadounidense se mantiene firme. Continúa dominando la parte del león de los volúmenes de divisas y desempeña un papel fundamental en el comercio y las finanzas mundiales.
Hasta que ocurran cambios significativos en las estructuras de poder económico global, el dominio del dólar parece destinado a perdurar.