Hoy, la Blockchain Association y la Crypto Freedom Alliance de Texas lanzaron una andanada legal contra la SEC, marcando una batalla de alto riesgo sobre la Regla de Distribuidor de la agencia, que ha suscitado una importante disidencia dentro de la comunidad criptográfica. En el centro de la controversia está la de la SEC de ampliar la defi de lo que significa ser un “comerciante” de criptoactivos, una medida que muchos consideran que podría paralizar el sector criptográfico estadounidense.
La defi de la regla genera un desafío legal
En el Distrito Norte de Texas, la Blockchain Association (BA) y la Crypto Freedom Alliance of Texas (CFAT) lanzaron el guante, desafiando a la SEC por lo que consideran una extralimitación y una elaboración de reglas imprudente.
La demanda afirma que la revisión por parte de la SEC de la defi de distribuidor según la Ley de Bolsa de Valores de 1934 va más allá de la jurisdicción de la agencia e ignora las normas establecidas de compromiso regulatorio. Argumentan que esta expansión no ha ido acompañada de una explicación coherente de la SEC sobre cómo la nueva norma afectaría a la tecnología blockchain en juego.
No se trata sólo de una cuestión de semántica o de minucias regulatorias. BA y CFAT sostienen que la defi más amplia y ambigua ahora atrapa a muchos que normalmente no entran en la categoría de comerciantes, creando así una amplia red que podría perturbar el sustento de millones de estadounidenses y la estabilidad operativa de innumerables empresas involucradas en criptomonedas.
Su presentación resalta una deficiencia crítica en el enfoque de la SEC: una flagrante falta de respuestas sustanciales a la retroalimentación de la comunidad y una falta de sopesar las implicaciones económicas de tal ampliación regulatoria.
BA y CFAT están presionando para que se emita una orden judicial para rescindir la Regla del Distribuidor, alegando que la regla se estableció mediante un proceso plagado de violaciones de la Ley de Procedimiento Administrativo (APA). Enfatizan que los fundamentos de la norma carecen de transparencia y no se sometieron al procedimiento de elaboración de normas riguroso y justo que las partes interesadas esperan de un regulador como la SEC.
Comunidad y consecuencias
Kristin Smith, directora ejecutiva de la Blockchain Association, expresó su frustración y señaló que este es el último ejemplo de los intentos descarados de la SEC de regular ilegalmente fuera de su autoridad, eludiendo las obligaciones legales de abordar las numerosas inquietudes recibidas durante su breve período de comentarios.
Acusó a la SEC de impulsar una cruzada contra las criptomonedas que podría obligar a las empresas estadounidenses a huir al extranjero, sofocando así la innovación nacional e infundiendo miedo entre los innovadores estadounidenses.
El impulso legal de BA y CFAT se presenta como una medida defensiva contra lo que consideran un regulador deshonesto. Uno que no sólo está malinterpretando su mandato legislativo sino que también está socavando activamente una industria en la frontera de la innovación tecnológica.
Su acción busca medidas cautelares y declaratorias no solo para revocar la Regla del Distribuidor sino también para proteger al sector criptográfico de lo que describen como el control regulatorio demasiado entusiasta de la SEC.