En una encuesta exhaustiva realizada por Roy Morgan en colaboración con la Campaña para la Seguridad de la IA, se reveló que una mayoría significativa de los australianos alberga preocupaciones sobre la seguridad de la inteligencia artificial (IA). El estudio encontró que el 57% de losdentcree que la tecnología de IA crea más problemas de los que resuelve. Aún más sorprendente es que la encuesta destaca que uno de cada cinco australianos (20%) teme que la IA pueda suponer un riesgo de extinción humana en los próximos veinte años.
Percepciones de seguridad de la IA en la demografía australiana
La encuesta subraya las diferentes percepciones sobre la seguridad de la IA entre varios grupos demográficos. En particular, surgió una brecha de género: el 62 % de las mujeres expresaron la creencia de que la IA genera más problemas que soluciones, en comparación con el 52 % de los hombres que compartían esta opinión. La edad jugó un papel importante en la formación de opiniones. Una abrumadora mayoría de las personas mayores de 50 años tenían reservas sobre la IA, y el 65% de las personas de 50 a 64 años y el 64% de las de 65 años o más coincidieron en que la tecnología de IA es másmatic que beneficiosa. Por el contrario, una pequeña mayoría de losdentmenores de 35 años (51%) suscribió este punto de vista.
La ubicación geográfica también influyó en la brecha de percepción. Las personas que residen en áreas regionales y rurales demostraron un mayor grado de escepticismo hacia la IA, y el 61% de losdentde estas áreas coincidieron en que la IA genera más problemas que soluciones. Este sentimiento fue ligeramente menor entre losdenturbanos: el 56% de los de las capitales compartían la misma creencia.
Si bien la mayoría de los australianos (80%) no percibieron la IA como un riesgo para la existencia humana en las próximas dos décadas, una proporción significativa (20%) expresó profunda preocupación sobre el potencial de la IA de conducir a la extinción humana. Los datos, si bien son consistentes en diferentes grupos demográficos, resaltaron ciertos grupos con mayores temores. Losdentde entre 50 y 64 años tenían más probabilidades (25%) de anticipar el riesgo de extinción humana debido a la IA, al igual que aquellos en regiones específicas como Tasmania (37%), Australia Occidental y Perth (ambas 26%), y Melbourne (24%).
Curiosamente, hubo una clara correlación entre quienes creían que la IA crea más problemas que soluciones y quienes la percibían como una amenaza a la supervivencia humana. Un sorprendente 28% de losdentque suscribían la primera opinión también creía que la IA podría conducir a la extinción humana, en comparación con sólo el 10% entre los que no estaban de acuerdo.
Impulsores de preocupaciones y esperanzas en el impacto de la tecnología.
Entre losdentque creían que la tecnología de IA crea más problemas de los que resuelve (57% del total), surgieron varias razones clave. La principal preocupación era la posibilidad de que se perdieran puestos de trabajo debido a la implementación de la IA, lo que reflejaba el temor de que la automatización pudiera reemplazar a los trabajadores humanos. Le siguió de cerca la necesidad percibida de una regulación rigurosa para abordar las implicaciones éticas y de seguridad de la IA. Losdentexpresaron su preocupación por el posible uso indebido de la tecnología de IA.
Por otro lado, aquellos que creían que la tecnología de IA resuelve más problemas de los que crea (43% de losdent) compartieron su optimismo sobre los beneficios potenciales que la IA podría aportar a la sociedad. Sus puntos de vista se basaban en la creencia de que la IA podría contribuir a mejorar diversos aspectos de la vida si se utiliza con prudencia. Estosdentsopesaron los pros y los contras y concluyeron que el impacto positivo de la IA supera los aspectos negativos.
Michele Levine, directora ejecutiva de Roy Morgan, destacó los sentimientos duales que rodean la IA entre los australianos. Si bien reconocen sus beneficios potenciales, sus percepciones dominan las preocupaciones sobre los riesgos asociados, incluido el desplazamiento del empleo y el uso indebido. Levine enfatizó la necesidad de una regulación sólida en el sector de la IA para abordar estas preocupaciones y lograr un equilibrio entre progreso y seguridad. Los resultados de la encuesta, según Levine, también subrayaron la sorprendente preocupación de un segmento (20%) que cree que la IA podría representar una amenaza existencial para la humanidad en las próximas dos décadas.
Nik Samoylov, coordinador de la Campaña para la Seguridad de la IA, destacó la aprensión generalizadadent en los resultados de la encuesta, particularmente en relación con la seguridad laboral y el potencial de uso indebido de la IA. Samoylov se hizo eco del llamado a la intervención del gobierno en forma de regulaciones para afrontar estos desafíos. Además, destacó la gravedad de la situación al señalar que uno de cada cinco australianos teme la extinción humana inducida por la IA en las próximas dos décadas. Samoylov instó a tomar medidas regulatorias inmediatas para prevenir el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial peligrosas.
Mosaico de percepción de IA
La encuesta SMS de Roy Morgan ha arrojado luz sobre un panorama complejo de percepciones en torno a la seguridad de la IA en Australia. Si bien una mayoría significativa tiene reservas sobre los problemas que la IA puede traer, una minoría considerable está preocupada por el potencial de la tecnología para conducir a la extinción humana. Esta paradoja subraya el delicado equilibrio que debe lograrse entre aprovechar las capacidades de la IA para el avance social y garantizar su implementación responsable y segura. A medida que se intensifican los llamados a la regulación, el desafío radica en abordar estas preocupaciones sin sofocar la innovación.
Academia Cryptopolitan: Próximamente, una nueva forma de obtener ingresos pasivos con DeFi en 2025. Obtenga más información