Era un ambiente de alta tensión ya que la defensa de SBF impugnó con vehemencia las acusaciones sobre su gasto supuestamente imprudente en el ahora desaparecido FTX .
En un drama judicial lleno de intercambios agudos y revelaciones inesperadas, el ex ejecutivo de FTX, Nishad Singh, se encontró en el lado receptor de un interrogatorio directo por parte de Mark Cohen, el principal abogado defensor de SBF.
¿El objetivo de Cohen? Desmantelar la noción de que el gasto de SBF fue puramente despilfarrador y sin intención estratégica.
¿Patrocinios cuestionables o movimientos estratégicos?
Una parte considerable del argumento de la fiscalía gira en torno a la afirmación de que los compromisos masivos de FTX, particularmente hacia el patrocinio de celebridades, personificaban el gasto “imprudente y frívolo”.
Estas afirmaciones parecen impulsadas principalmente por las enormes cifras involucradas, como los enormes 130 millones de dólares que FTX desembolsó por los derechos de nombre del estadio del Miami Heat de la NBA. Pero Cohen se apresuró a poner esa cifra en perspectiva.
Destacó la longevidad de estos acuerdos. El acuerdo de Miami, por ejemplo, duró 19 años. Por lo tanto, el desembolso anual real en 2021 fue de 14 millones de dólares mucho más modestos.
Singh, que ya admitió su culpabilidad por fraude y violaciones de la financiación de campañas, no pareció negar la eficacia de algunas de las decisiones de la SBF.
Si bien podría haber estado en desacuerdo con ciertos gastos, admitió que otros desempeñaron un papel fundamental en el fortalecimiento de la imagen de marca y la destreza comercial de FTX.
Las opciones de estilo de vida que llamaron la atención
La relación de Singh con SBF y sus circunstancias de vida compartidas enturbiaron aún más las aguas. Un ático valorado en 30 millones de dólares en las Bahamas se convirtió en tema de controversia durante el juicio.
A pesar de que inicialmente expresó reservas sobre el costo exorbitante de la residencia, Singh finalmente hizo suyo el dormitorio principal.
Cohen, que nunca pierde el ritmo, se apresuró a resaltar esta aparente contradicción. Singh podría haber pensado en mudarse, pero las acciones hablan más que las palabras y se quedó.
Además, las percepciones anteriores de Singh sobre la empresa comercial de SBF, Alameda Research, salieron a la luz en el tribunal. Inicialmente, Singh creía que las concesiones especiales otorgadas a Alameda por FTX tenían como objetivo la protección del cliente.
Este entendimiento se basaba en el supuesto de que fortalecería los “respaldos” comerciales. Sin embargo, aparecieron grietas en la narrativa de Singh cuando Cohen profundizó en la línea de tiempo del conocimiento de Singh sobre la utilización por parte de Alameda de los activos de los clientes de FTX.
Las afirmaciones de Singh de que se dio cuenta de la magnitud de las actividades de Alameda recién en septiembre de 2022 no sentaron bien, especialmente considerando un ejercicio contable en junio que destacó la importante posición negativa de Alameda en la bolsa.
La afirmación de Singh de sentir irregularidades pero optar por la inacción debido a la influencia de sus pares parecía poco convincente.
¿Testificará SBF? Una pregunta persistente
Con la defensa lista para presentar su caso en breve, abundan las especulaciones sobre el posible testimonio de SBF. Una correspondencia reciente de sus abogados al juez presidente insinuó la posibilidad, pero con un inconveniente.
Han surgido preocupaciones sobre la capacidad de SBF para concentrarse durante el proceso, dado que no está recibiendo su medicamento recetado para el TDAH, Adderall. Sin embargo, el juez Lewis Kaplan sigue sin convencerse y ha negado cualquier retraso en el procedimiento basado en esta cuestión.
En una sala del tribunal repleta de detalles intrincados, acusaciones volátiles y narrativas en constante cambio, una cosa está muy clara: la batalla legal de SBF no es nada sencilla.
Si es un gastador imprudente o un visionario estratégico es un debate que seguirá desarrollándose en los próximos días. Cualquiera que sea el resultado, es innegable que este juicio dejará una huella indeleble en la industria de la criptografía.