En medio de un panorama siempre cambiante de tensiones geopolíticas, la última ripple emana de la decisión de China de investigar las operaciones de Foxconn, la base misma detrás de la iPhone . ¿Las razones? Presuntas discrepancias en impuestos y uso del suelo.
Foxconn se encuentra bajo el microscopio mientras las autoridades fiscales de las provincias chinas de Guangdong y Jiangsu examinan meticulosamente sus prácticas, mientras funcionarios centrados en los recursos naturales examinan sitios en Henan y Hubei.
Detrás del telón: ¿un juego de ajedrez político?
Quizás el misterio se profundice cuando descubramos las afiliaciones políticas del fundador de Foxconn, Terry Gou. Actualmente compitiendo como dent por el puesto dent en Taiwán, los esfuerzos de Gou podrían orientar matic la relación de Taiwán con China, especialmente en medio de la volátil situación del Estrecho de Taiwán.
Es posible que Gou haya pasado el testigo directivo de Foxconn hace cuatro años, pero su participación restante del 12,5% en la empresa garantiza que no está fuera del juego.
Además, no es ningún secreto que Beijing, en múltiples ocasiones, ha ejercido sus músculos regulatorios, especialmente apuntando a las empresas taiwanesas, cuando las tensiones están en su punto más alto.
Este patrón es pronunciado, considerando la firme afirmación de China de que Taiwán permanece dentro de su jurisdicción territorial, insinuando una acción militar si Taiwán defi la integración.
Las aspiraciones dent de Gou van acompañadas de escepticismo. A pesar de estar rezagado en las encuestas, Gou enfatiza con vehemencia su postura dent .
Su larga relación comercial con China, que transformó a Foxconn en el principal empleador y exportador privado del país, no se traduce necesariamente en servilismo político.
Su feroz respuesta durante el anuncio de su campaña dent el 28 de agosto subrayó su resistencia contra cualquier amenaza de China.
El acto de equilibrio de Apple
Apple, por otra parte, está atrapada en un precario acto de malabarismo. Con Foxconn como su principal proveedor, la relación de Apple con China se ha vuelto laberíntica, exacerbada por las gélidas tensiones entre Beijing y Washington.
En particular, el alto mando de Apple, Tim Cook, estuvo recientemente en China, entablando diálogos con figuras clave de la jerarquía de liderazgo de Xi Jinping. ¿El resultado? Poco claro. Pero lo que es dent es la creciente aprensión contra Apple en China.
Las entidades gubernamentales y las empresas públicas están dejando de lado gradualmente los productos Apple, con una severa advertencia a principios de septiembre sobre posibles “ dent de seguridad” relacionados con el iPhone.
El escrutinio actual de Foxconn es un claro recordatorio de las aprensiones más amplias que enfrentan las empresas extranjeras en China.
La reciente postura estricta del país contra las consultorías y las entidades de debida diligencia ha provocado conmociones en toda la comunidad empresarial internacional.
Un ejemplo: el repentino allanamiento de las oficinas de GroupM, una filial de WPP, en Shanghái, a principios de esta semana. Para concluir, el mundo observa con gran expectación cómo China se embarca en su investigación sobre el gigante fabricante de iPhone, Foxconn.
Ya sea que se trate de una preocupación genuina por malas prácticas operativas o de una intrincada maniobra geopolítica, las implicaciones seguramente resonarán en los ámbitos tecnológico y político global.
La gran pregunta sigue siendo: ¿dónde se encuentra realmente la línea entre los negocios y la política en esta intrincada danza de poder y control?