Las noticias recientes sugieren que, dado que los casos de venta de datos e información de usuarios están aumentando, las personas se están volviendo más cautelosas sobre a quién le están proporcionando su información personal. Su preocupación está justificada ya que la venta de datos personales puede afectar la privacidad de una persona y sus datos, una vez vendidos, se utilizan para fines desconocidos.
Dado que el consumidor está preocupado, las empresas están tomando el asunto en sus propias manos. El reciente caso de Coinbase acusando a Elliptic.co de un delito similar ha estado en el centro de atención durante algún tiempo. Elliptic fue el proveedor de análisis de Coinbase durante bastante tiempo. Después de que se informó a Coinbase que su proveedor de análisis está vendiendo los datos de los usuarios, rápidamente despidió a Elliptic.co de su posición.
Coinbase compartió este problema cuando se le preguntó sobre la compra de Neutrino. Neutrino también es un proveedor de análisis de blockchain Después de que Elliptic.co fuera acusado de este delito, Elliptic.co se presentó dando una declaración diciendo que nunca lo habían hecho y aún no venden información de los usuarios.
Han surgido casos similares en los que las empresas han estado vendiendo datos de usuarios, como el escándalo de Cambridge Analytica que ocurrió en 2018. En abril de 2019, un informe del New York Times sugirió claramente la cantidad de datos que estas empresas realmente están vendiendo.
Aunque los usuarios son notificados de que su ubicación e información de naturaleza similar están siendo monitoreadas y supervisadas, muchos usuarios no prestan mucha atención a estos aspectos. De hecho, la ubicación monitoreada ayuda al usuario, ya que es útil para realizar actividades cotidianas simples, como el transporte y la entrega.
Pero el escándalo de 2018 resurgió la cuestión de cuántos datos se venden realmente por razones desconocidas. Este tipo de actividad no solo pone en riesgo la seguridad del usuario sino también su privacidad. Los sitios y servicios de Internet requieren que sus usuarios permitan el trac de la ubicación y cuando las empresas venden esta información a terceros desconocidos, pueden usar esta misma información para acechar y secuestrar a los usuarios.
Sin embargo, el gobierno está investigando el caso ahora y también se solicitó la ayuda de la FCC en 2018. Durante la investigación, las empresas respondieron diciendo que serán más cautelosas sobre dónde se vende la información . Pero para empeorar las cosas, los datos de los usuarios ya están disponibles para la venta en el mercado negro. La FCC aún no ha investigado este problema y la venta de información de los usuarios continúa.
