UBS y el gobierno suizo han consolidado un acuerdo para aislar a UBS de posibles pérdidas vinculadas a su inminente adquisición de Credit Suisse .
El acuerdo, firmado el viernes, posiciona al gobierno como la red de seguridad de UBS, acordando absorber pérdidas de hasta 9.000 millones de francos suizos (aproximadamente 10.000 millones de dólares) vinculadas a activos secundarios específicos de Credit Suisse.
Acuerdo de protección de UBS
Está previsto que el acuerdo se active cuando se complete la adquisición por parte de UBS de su antiguo competidor, Credit Suisse. El gobierno suizo absorberá las pérdidas financieras, pero los primeros 5.000 millones de francos suizos de cualquier pérdida recaerán directamente en UBS.
El enfoque principal tanto de la empresa como del gobierno suizo es eludir las posibles pérdidas y riesgos relacionados con la adquisición. El gobierno federal, a través de este acuerdo, pretende eludir la necesidad de una garantía federal tanto como sea posible.
Ha brindado la garantía de absorber parte de las pérdidas, un paso audaz dado por el gobierno para mantener la estabilidad financiera y proteger a la economía suiza de cualquier impacto perjudicial.
A cambio de este respaldo gubernamental, se espera que UBS defienda el progreso de la reputación de Suiza como centro financiero. El banco ya ha declarado que la sede del grupo fusionado permanecerá en Suiza mientras dure el acuerdo de protección contra pérdidas.
UBS se compromete a administrar los activos secundarios de Credit Suisse de manera cautelosa y atenta, buscando mitigar las pérdidas y reforzar la realización de valor.
UBS había pronosticado previamente un fuerte impacto financiero de aproximadamente $ 17 mil millones debido a la adquisición de Credit Suisse, una adquisición que algunos observadores han calificado como una "boda forzada" destinada a estabilizar el sistema financiero suizo.
El impacto de la toma de posesión
La compra de Credit Suisse se liquidó a principios de la primavera por 3200 millones de dólares, en medio de un período de turbulencia generalizada en el sector bancario. Esta inestabilidad condujo al colapso de tres bancos estadounidenses y vino inmediatamente después de la caída en picado de las acciones de Credit Suisse a principios de marzo.
Credit Suisse, asediado por años de supuestos escándalos, pérdidas y mala gestión, llegó a un punto de crisis cuando su principal accionista, el Saudi National Bank, reveló que no podía inyectar más cash en el banco debido a limitaciones regulatorias.
La fusión de estas dos potencias bancarias no ha estado exenta de controversia, provocando la indignación de los accionistas y tenedores de bonos de Credit Suisse y suscitando preocupaciones sobre las prácticas competitivas.
No obstante, UBS prevé finalizar la adquisición de Credit Suisse el 12 de junio, marcando un nuevo capítulo para el sistema financiero suizo.