Cuando la Oferta Inicial de Monedas ICO Argyle Coin ingresó al mercado, fue visto como un cambio de juego, pero luego tuvo que hacer una salida vergonzosa.
La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) trajo Argyle Coin; una criptomoneda de treinta millones de dólares ($30 millones), se detuvo. La empresa que garantizaba que los diamantes de colores de lujo estuvieran disponibles para que todos pudieran invertir, estafó a más de trescientos inversores.
El esquema elaborado se proyectó como un blockchain para comprar y vender estas rocas valiosas y raras. El comunicado de prensa de la SEC indicó que Argyle Coin era solo un esquema Ponzi que engañó a los inversores novatos.
José Ángel Amán, el estafador de todo este fraude, se compró inmuebles y caballos con el dinero de los inversionistas. El Director de la Oficina Regional de Miami de la SEC, Eric I. Bustillo, declaró que en un esfuerzo por saquear continuamente a los inversores minoristas, Aman creó una compleja red de empresas y promovió el esquema de criptomonedas Ponzi.
Argyle Coin les iba a ofrecer a los clientes una inversión sin riesgo, dado que ICO está respaldado por más de veinticinco millones de dólares ($25 millones) en diamantes de colores elegantes que están seguros en las bóvedas de Malca-Amit.
Cabe mencionar que Aman fue acusado anteriormente de violar las disposiciones antifraude de valores por realizar dos estafas similares ante Argyle Coin: Natural Diamonds y Eagle.