Históricamente, cada salto tecnológico dentro de los mercados de capital ha apuntado hacia una verdad universal: el progreso. Desde transacciones más rápidas hasta costos en picada, la tecnología ha empujado persistentemente a las finanzas globales hacia la eficiencia.
Pero hay una sombra que se avecina en el horizonte, un posible cambio de juego que puede no cantar la misma melodía de armonía e integración. Ingrese a las monedas digitales del banco central, o CBDC para abreviar.
Una marea contra la corriente
Las introducciones tecnológicas pasadas en el espacio financiero han simplificado en su mayoría los procesos. Pero las CBDC, aunque todavía están en sus inicios, podrían interrumpir este flujo.
Once países ya están en el CBDC , con otro puñado pilotándolos. Estos no son meros juguetes financieros; representan un cambio radical en la forma en que se percibe y se negocia el dinero.
Dentro de las fronteras nacionales, las CBDC parecen bastante inofensivas. Cada banco central puede adaptarlos a sus caprichos. El verdadero drama se desarrolla cuando estas monedas digitales cruzan fronteras.
De repente, el escenario está plagado de posibles barreras y limitaciones en las transacciones de capital, defi el panorama de las finanzas internacionales.
Además, el tango geopolítico en curso ya ha alejado a las naciones de los pilares de la banca occidental. China y Rusia, por ejemplo, han estado elaborando activamente alternativas al sistema del dólar estadounidense y al marco de comunicación bancaria Swift.
Hasta ahora, estos movimientos se consideraban posibilidades remotas, y era poco probable que derrocaran a Swift de su trono. Las CBDC, con su potencial para revolucionar las transacciones transfronterizas, podrían nivelar el campo de juego.
Para el ojo inexperto, las CBDC pueden parecer redundantes. Después de todo, muchas naciones ya han digitalizado una parte importante de sus procesos financieros. ¿Por qué agregar otra moneda digital a la mezcla?
La respuesta está en el poder transformador de blockchain A medida que los activos, tanto tangibles como financieros, se inclinen hacia la tokenización, aumentará la necesidad de una moneda del banco central respaldada por blockchain.
Imaginando un mundo impulsado por las CBDC
Tres modelos potenciales podrían dominar el panorama global de las CBDC:
- Un corredor neutral : piense en una entidad similar al Swift de hoy, pero para CBDC. El Banco de Pagos Internacionales ya ha incursionado en un modelo de este tipo. Su alcance podría estar restringido a los intercambios de divisas básicos, pero su existencia podría estabilizar la transición a un mundo impulsado por CBDC.
- Infraestructura digital para CBDC : esta es una red directa e interconectada entre naciones, algo así como un ferrocarril digital para transacciones financieras. Un excelente ejemplo en desarrollo es el proyecto mBridge que involucra a China, Hong Kong y otros. Promete no solo transacciones de divisas, sino también posiblemente intercambios de valores.
- CBDC compartidos : una moneda digital compartida supervisada por varias naciones. Este modelo es viable solo para países profundamente entrelazados política y económicamente.
La revolución de las CBDC no está exenta de trampas. Lejos de crear un ecosistema financiero cohesivo, es probable que fragmente aún más la escena financiera mundial. Las luchas de poder entre pesos pesados como Estados Unidos y China profundizarán aún más estas divisiones. El factor defi , como siempre, será la eficiencia. El modelo CBDC que ofrece los costos más bajos y la velocidad más alta atraerá los flujos de capital.
Y luego está el dólar estadounidense, el campeón reinante de las monedas comerciales. Con las CBDC ganando trac , su dominio podría disminuir. La conclusión es que, si bien el atractivo de las CBDC es innegable, es crucial actuar con precaución. Porque a su paso, podrían desentrañar el tejido de las finanzas globales tal como lo conocemos.