En el corazón de Suecia, el aire helado del Ártico vibraba con la calidez del diálogo matic cuando funcionarios de alto rango de los Estados Unidos y la Unión Europea se congregaron para discutir una amplia gama de temas.
Desde las quejas comerciales persistentes de la administración Trump hasta el advenimiento de la inteligencia artificial (IA) y el gigante económico que se avecina que es China, las discusiones fueron tan diversas como críticas.
La cuarta reunión ministerial del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC) tuvo lugar en Lulea, situada justo debajo del Círculo Polar Ártico. Entre los asistentes se encontraban Antony Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos, y Margrethe Vestager, dent de la Comisión Europea.
La secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, la representante comercial Katherine Tai y Valdis Dombrovskis, dent y jefe comercial de la Comisión Europea, también estaban en la refriega.
Navegando por el futuro: IA y prácticas comerciales
Uno de los temas fundamentales bajo consideración fue el futuro de la tecnología de IA, con especial énfasis en establecer estándares básicos para algoritmos de IA generativos como ChatGPT.
Los líderes también revisaron los controles de exportación y las medidas de vigilancia de la inversión, debates que antes se centraban predominantemente en Rusia.
Sin embargo, fue China la que tomó el centro del escenario en la reunión. A pesar de que solo apareció dos veces en el borrador de la declaración conjunta, la influencia de la nación se sintió a lo largo de las discusiones sobre prácticas no comerciales y desinformación.
Según se informa, el liderazgo de EE. UU. alentó el diálogo que reflejaba las preocupaciones expresadas en la reciente reunión de líderes del G7, que el Global Times de China calificó de "taller anti-China".
EE. UU. y la UE encuentran un terreno común: seguridad económica y comercio verde
Por el lado europeo, el encuentro en Suecia coincidió con la presentación de la Comisión Europea de su “Estrategia de Seguridad Económica”. Esta estrategia, que tiene como objetivo evitar que naciones rivales como China accedan a la tecnología más sensible de Europa, generó una gran cantidad de discusiones.
La mejora del comercio verde también fue un tema clave en la agenda de la UE, con Bruselas buscando cooperación para reconocer productos mutuos a pesar de la ausencia de un acuerdo de libre comercio entre los EE. UU. y la UE. Esta falta de acuerdo ha llevado a algunos productores de la UE a perder los beneficios de los $ 369 mil millones proyectados en subsidios verdes de la Ley de Reducción de la Inflación de los EE. UU.
Además, la UE se esfuerza por lograr un acuerdo con los EE. UU. sobre minerales críticos esenciales para los vehículos eléctricos y por avanzar hacia un acuerdo de "acero verde" para abordar el exceso de capacidad.
Este arreglo es necesario para finales de octubre para evitar el restablecimiento de los aranceles al acero y al aluminio impuestos por el dent estadounidense Donald Trump, que fueron suspendidos en 2021.
Esta reunión subrayó la importancia del discurso matic continuo en un mundo que cambia rápidamente. El diálogo sobre China, el futuro de la IA y la resolución de disputas comerciales se hizo eco de la necesidad de relaciones tron entre EE. UU. y la UE frente al panorama global en evolución.