A medida que EE. UU. se acerca a la fecha límite crítica del 1 de junio, aumenta la incertidumbre sobre su futuro fiscal, y la posibilidad de un incumplimiento de pago de sus deudas se avecina.
Haciéndose eco de la gravedad de la situación, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reiteró con firmeza que esta fecha es una “fecha límite estricta”, destacando las nefastas consecuencias de no elevar el techo de la deuda.
Crisis de la deuda de EE. UU.: advertencia nefasta de Yellen y Biden
La advertencia de Yellen, pronunciada durante una entrevista en “Meet the Press” de NBC, sigue a la dent Joe Biden sobre el estado actual de las negociaciones.
El presidente dent las maniobras políticas de los republicanos en el Congreso, sugiriendo que podrían explotar un incumplimiento nacional para infligir daño político a él ya su administración. También reconoció que las acciones unilaterales para elevar el límite de endeudamiento federal parecían cada vez menos viables.
“Esperamos no poder pagar todas nuestras facturas a principios de junio y posiblemente tan pronto como el 1 de junio”, afirmó Yellen, destacando la gravedad de la crisis inminente.
Si no se eleva el techo de la deuda, advirtió, habrá que tomar "decisiones difíciles", señalando el significado histórico del compromiso de Estados Unidos de pagar sus cuentas a tiempo desde 1789.
También insinuó las posibles repercusiones globales de un incumplimiento de pago de EE. UU., con los valores del Tesoro vistos como la inversión más segura del mundo bajo amenaza.
El secretario del Tesoro advirtió contra cualquier complacencia derivada de posibles retrasos en la fecha X debido a ingresos o gastos fiscales, y afirmó que las probabilidades de que EE. UU. evitara un incumplimiento para el 15 de junio sin la intervención del Congreso eran "bastante bajas".
Puntos de discordia y esperanzas de una resolución
El secretario del Tesoro señaló ciertos problemas en las negociaciones, incluida la resistencia del republicano a las discusiones sobre los ingresos. Una de sus preocupaciones particulares era la posibilidad de desfinanciar los esfuerzos del Servicio de Impuestos Internos para combatir el fraude fiscal.
Biden y Yellen coincidieron en que la Enmienda 14, una teoría legal no probada para elevar el techo de la deuda sin el Congreso, no podría “utilizarse adecuadamente” en el escenario actual. La inseguridad jurídica y el ajustado marco de tiempo en torno al asunto se consideraron impedimentos significativos.
Sin embargo, Yellen mantuvo la esperanza de que el Congreso vendría al rescate, elevando el techo de la deuda y evitando lo que podría ser una crisis financiera dent precedentes. “No habrá resultados aceptables si no se eleva el techo de la deuda, independientemente de las decisiones que tomemos”, advirtió.
Al agregar una perspectiva ligeramente diferente al debate en curso, el representante republicano de Pensilvania, Brian Fitzpatrick, sugirió que podría haber cierto margen de maniobra más allá de la fecha límite del 1 de junio.
Señaló el flujo cash suficiente para cumplir con los pagos de intereses de la deuda y la esperada entrada de ingresos por impuestos estatales a partir de la segunda semana de junio.
Sin embargo, tanto Fitzpatrick como su copresidente del caucus de Problem Solvers, el representante demócrata Josh Gottheimer, acordaron que el 1 de junio aún debe tratarse como la fecha límite. Ambos destacaron la importancia de mantener la confianza y el crédito plenos de EE. UU. y advirtieron contra los riesgos potencialmente catastróficos de un incumplimiento.
A medida que se acerca el 1 de junio, EE. UU. se encuentra al borde de una crisis fiscal sin dent . La posibilidad de un incumplimiento de pago de su deuda es pesada, con ramificaciones globales significativas.
El resultado de este cliffhanger fiscal depende de la acción del Congreso en los próximos días, proporcionando una prueba crítica de la capacidad de EE. UU. para navegar sus desafíos políticos y económicos.