Cada vez que recordamos la década de 1930, inevitablemente recordamos la Gran Recesión y se provoca la reacción. La Gran Recesión fue la crisis financiera más grave que jamás haya ocurrido, pero ahora muchos se preguntan si nos espera un evento similar en el futuro cercano.
Mucha gente opina que la economía mundial aún no se ha recuperado del daño causado por la Gran Recesión y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha respaldado esta creencia diciendo que todavía no hemos logrado crear sistemas a prueba de choques. Esto había puesto en grave peligro nuestra economía actual.
Una declaración oficial del director del FMI afirma que, dado que no hemos logrado recuperar nuestra economía, somos propensos a sufrir más daños por los colapsos en el futuro.
La guerra es la principal razón que más perturba la economía. Y se sospecha que las dos naciones más poderosas, Estados Unidos y China, van a luchar por el primer lugar como superpotencia mundial. Esta es la razón por la que muchos han predicho que la economía mundial se verá afectada a gran escala.
Del mismo modo, las tasas de interés se han reducido en los últimos años, lo que ha provocado que los países se endeuden sin pensarlo dos veces. Esto ha provocado que la deuda global alcance el nivel de ciento ochenta y cuatro billones de dólares ($184 billones). Con el aumento de la deuda mundial, se pronostica que la economía mundial seguramente se verá afectada por esta deuda.
El siglo XXI es la era dorada de China, ya que se levanta para quitarle la corona de la superpotencia mundial a Estados Unidos. Durante más de diecinueve años, el desempeño económico de China ha experimentado un crecimiento notable y países como Australia y Alemania son los principales exportadores de China.
Sin embargo, recientemente su crecimiento se ha ido ralentizando y se ha reducido al seis punto cinco por ciento. Aunque el porcentaje no es malo, China ha estado en un lugar mejor que este. Esta caída es preocupante para la economía de China.
Ahora mismo a muchos les preocupa que debido al estado actual de las relaciones políticas globales en tiempos de crisis nadie estará dispuesto a ayudar al otro. Esto nos hace creer que no estamos ni financiera ni políticamente preparados para sufrir ninguna crisis económica.
