En un desarrollo legal reciente, Ripple ha dado un paso significativo en su demanda en curso con la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC). La jueza Analisa Torres dictaminó que XRP a clientes individuales no constituían transacciones de valores. Esta decisión marca un momento crucial en la batalla legal de varios años de Ripple
La atención se centra ahora en la fase de acuerdos, donde Ripple y la SEC están negociando las sanciones financieras que enfrentará Ripple por las ventas consideradas transacciones de valores a inversores institucionales. Si bien Ripple busca una reducción sustancial de las sanciones, la SEC apunta a la cantidad total de 770 millones de dólares provenientes de ventas institucionales.
El período de prueba acordado de 90 días para determinar el remedio apropiado limita el alcance a la era previa a la demanda. Esta fase implica un intercambio de datos críticos para determinar el monto de la multa. El resultado de estas conversaciones para llegar a un acuerdo es crucial, ya que determinará las repercusiones financieras para Ripple .
Los expertos jurídicos han intervenido en este complejo escenario. Un destacado experto legal, Jeremy Hogan, enfatiza que el cálculo de la multa debe considerar las ganancias netas de las ventas, no el monto bruto. John E. Deaton, otro profesional del derecho, opinó que un acuerdo de 20 millones de dólares o menos significaría una victoria casi total para Ripple .
Este caso ha atraído una atención significativa debido a sus implicaciones para la industria de las criptomonedas y la SEC inicialmente alegó que las ventas XRP de Ripple constituían transacciones de valores no registradas. La defensa de Ripple cuestionó esta afirmación, lo que llevó al reciente fallo que favorece Ripple para sus ventas minoristas.
La resolución del caso tendrá efectos de gran alcance en el panorama regulatorio de las monedas digitales. Destaca el debate en curso en torno a la clasificación de las criptomonedas como valores. La decisión final sobre el acuerdo será un momento clave para Ripple y la comunidad criptográfica en general, sentando un dent para futuras acciones regulatorias en el sector.