La industria monetaria estaba atrasada por un cambio tecnológico tras la crisis financiera y Bitcoin actuó como un héroe. Sin embargo, con Bitcoin y otras formas criptográficas de dinero, llegaron los fraudes de Ofertas Iniciales de Monedas (ICO).
En 2017, los fraudes con criptomonedas costaron a las personas miles de millones de dólares hasta que la SEC se refrenó de tales estafas en los EE. UU. El fraude más reciente ocurrido en Tailandia le costó a las personas alrededor de un millón y cuarto de dólares ($1,34 millones). Según una fuente, alrededor de ciento treinta y cuatro (134) personas fueron engañadas por una organización denominada CryptoMining.Farm. El fraude se hizo visible después de que treinta (30) personas presentaran quejas ante la División de Supresión de Delitos Tecnológicos de Tailandia.
La División confía en que el fraude podría haber costado más de un punto tres cuatro millones de dólares ($1.34m) y que una gran cantidad de las desafortunadas bajas fueron de los Estados Unidos.
Los defraudadores supuestamente aseguraron a los inversionistas una ganancia del setenta por ciento (70%) por año sin límite para retirar sus activos. Además, la oportunidad de riesgo se mostró como un acuerdo de minería de Bitcoin por períodos de tiempo que se extienden desde al menos 3 meses de vida.
Según indicó una de las víctimas, los estafadores supuestamente cambiaron los términos del acuerdo que a partir del mes de agosto, el dueño de la empresa comenzó a imponer condiciones para retirar el cash . A principios de este mes, el sitio anunció que comenzaría a pagar a los especuladores en ocho cuatro (84) cuotas que demorarían más de siete (7) años en completarse. Las cuotas deben hacerse en moneda no nativa, lo cual no está permitido por las leyes de Tailandia.
Tailandia aún no se ha aventurado en el pedal administrativo de las criptomonedas y aún debe poner un sistema fundamental a su alrededor. Además, un medio de comunicación local anunció que estos estafadores tenían oficinas en Chiang Mai y Bangkok, lo que llevó a muchas personas a creer que los estafadores eran un trabajo real.
El caso en Tailandia se produce unos días después de que se revelara en Mumbai un fraude similar que costó alrededor de trece millones de dólares (13 millones de dólares).