En el complejo panorama económico actual, el papel de los bancos centrales es más crucial que nunca y sus estrategias de comunicación son cada vez más vitales.
Dado que es poco probable que las tasas de interés regresen a la marca cero, los bancos , los mercados de bonos y los mercados de acciones están reconociendo esta nueva realidad. Sin embargo, no se trata sólo de lo que comunican los bancos centrales; se trata igualmente de cómo transmiten su mensaje.
Estudios recientes, incluido uno de Haroon Mumtaz, Roxane Spitznagel y sus colegas, se han sumergido en el impacto de las comunicaciones de los bancos centrales en los precios de los activos, revelando el poder matizado de las palabras en la política monetaria.
El poder de la comunicación en la política monetaria
Los hallazgos del estudio subrayan que la manera en que se transmite la información sobre las políticas futuras afecta significativamente los precios de los activos.
Por ejemplo, los discursos de los miembros del Comité de Política Monetaria tienen una influencia más sustancial sobre los rendimientos de los bonos a mediano y largo plazo que los anuncios sobre tasas de interés y las conferencias de prensa.
Esta tendencia es aún más pronunciada en Estados Unidos, donde los discursos de los presidentes de la Reserva Federal desempeñan un papel fundamental a la hora de impulsar los precios de las acciones y los rendimientos de los bonos, eclipsando en su impacto los anuncios del Comité Federal de Mercado Abierto.
Sin embargo, el desafío de una comunicación eficaz es complejo. A menudo, la complejidad de la comunicación conduce a una mayor volatilidad de los precios de los activos, lo que no es deseable desde un punto de vista macroeconómico.
Esta complejidad puede deberse a varios factores, como un entorno económico desafiante o conflictos internos dentro del Comité de Política Monetaria.
Por ejemplo, durante crisis económicas como la pandemia y la guerra en Ucrania, los bancos centrales enfrentaron la difícil tarea de navegar por nuevos conceptos y datos, lo que hizo que su comunicación fuera intrínsecamente más compleja.
Además, la comunicación del Banco de Inglaterra se ha vuelto más compleja con el tiempo, lo que refleja un entorno cada vez más desafiante.
Los bancos centrales y el futuro de las tasas de interés
El papel de los bancos centrales va más allá de la mera comunicación; también involucra los componentes cíclicos y estructurales de las tasas de interés. Los bancos centrales fijan tasas de interés por encima de la tasa neutral, también conocida como r-star, durante períodos de alta inflación y crecimiento resiliente.
Actualmente, cuando la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra declaran que las tasas son restrictivas y seguirán siéndolo, la atención se centra en cuánto tiempo persistirán las tasas altas.
Las investigaciones indican que las tasas podrían retroceder desde sus máximos cíclicos en 2024 a medida que la economía regrese al equilibrio. La tasa de interés real neutral en Estados Unidos ha aumentado desde la crisis financiera de 2007-2008, y se observaron tendencias similares en el Reino Unido y la zona del euro.
Este cambio sugiere que las tasas de interés promedio en la próxima década podrían ser significativamente más altas que en la década pasada, con profundas implicaciones para los gobiernos, los mercados y los inversionistas.
Una comunicación clara y sencilla por parte de los bancos centrales puede ayudar a mitigar la volatilidad y proporcionar a los mercados financieros un ancla para las tasas de mediano plazo.
Los diagramas de puntos de la Reserva Federal, una proyección de las tasas de interés a largo plazo, han tardado en adaptarse, lo que refleja los desafíos para estimar la tasa neutral. El BCE y el Banco de Inglaterra también han sido cautelosos a la hora de ofrecer orientación sobre políticas neutrales.
Lo fundamental es claramente que los bancos centrales desempeñan un papel fundamental en la configuración de la estabilidad y el crecimiento económicos.
Su capacidad para comunicar de manera efectiva trayectorias políticas, adoptar la tasa neutral y brindar orientación clara es crucial para reducir la volatilidad del mercado y garantizar la transmisión fluida de la política monetaria.
A medida que atravesamos tiempos económicos inciertos, la claridad, oportunidad y simplicidad de la comunicación del banco central serán clave para mantener la estabilidad financiera y fomentar la resiliencia económica.