El intercambio de criptomonedas FTX en quiebra está enredado en un dilema que puede moldear no solo su futuro sino también sentar un dent para la industria de las criptomonedas. Sin embargo, según un informe de Bloomberg, la compañía recibió tres propuestas distintas para reiniciar el intercambio. Las intenciones son claras: resucitar FTX, pero el camino a seguir sigue siendo controvertido. Kevin Cofksy de Perella Weinberg Partners, un banquero de inversiones asociado con FTX, reveló que se tomará una decisión antes de fin de año.
Un pasado sombrío todavía acecha
La empresa enfrenta escepticismo y críticas, principalmente debido a su ex director ejecutivo, Sam Bankman-Fried, quien actualmente está siendo juzgado por siete cargos de fraude federal. Al entrar en la cuarta semana del juicio, el escrutinio sobre Bankman-Fried arroja una sombra sobre los intentos de resurgimiento de la empresa.
Además, a pesar de esta posición precaria, la bolsa, sorprendentemente, había anunciado una propuesta de acuerdo para resolver las "disputas de propiedad de los clientes", prometiendo devolver alrededor del 90% de los fondos a sus legítimos propietarios. Es importante destacar que los activos se dividirán en tres categorías distintas: clientes de FTX.US, un grupo general y activos para FTX.com. Pero existen dudas sobre si se trata sólo de una estrategia para desviar la atención o de un verdadero intento de reparación.
Opciones sobre la mesa
FTX tiene varias vías potenciales para reiniciarse. Puede venderse directamente, contratar a un socio externo para facilitar el reinicio o hacerlo solo relanzándolo sin su ex director ejecutivo. Cada opción conlleva sus propias complicaciones e inconvenientes.
Vender la empresa puede significar un final ignominioso, pero puede ser la forma más segura de garantizar que los activos se devuelvan a las partes interesadas. Traer a un socio externo podría agregar un barniz de credibilidad, pero no borra por completo las cicatrices de fechorías pasadas. Por último, un relanzamiento en solitario podría percibirse como una medida audaz, pero carece del sello de validación externa, lo que lo hace vulnerable al escepticismo.
En consecuencia, hay mucho en juego y las decisiones que hay que tomar son complejas. La inminente fecha límite para el plan de reorganización que se presentará en diciembre intensifica la presión. Ya con luz verde para vender alrededor de 100 millones de dólares en activos digitales por semana, los administradores han recuperado aproximadamente 7 mil millones de dólares para pagar a los acreedores, con 3,4 mil millones de dólares en criptomonedas.