El Banco Central Europeo ( BCE ) está atento a señales de estrés en el sector bancario a medida que la agitación financiera continúa aumentando, lo que genera preocupaciones sobre una posible crisis en toda regla.
Los altos mandos de Europa se relajan ante el nerviosismo del mercado
Las luchas en curso que enfrenta el sector bancario han generado dudas entre los inversores sobre la capacidad del BCE para continuar aumentando las tasas para combatir la inflación. Credit Suisse, un gigante suizo, requirió un rescate de última hora, y dos prestamistas estadounidenses quebraron en los últimos tiempos.
Si bien los altos mandos del BCE son optimistas de que es poco probable que se produzca una crisis que reescriba completamente el panorama, está monitoreando de cerca el sector bancario en busca de riesgos potenciales para la política monetaria.
El economista jefe del BCE, Philip Lane, no está preocupado por los nervios del mercado, lo que indica que es posible que no tengan un impacto significativo en la política monetaria o que solo la afecten marginalmente.
Lane también ha destacado que la probabilidad de una crisis que reescriba por completo el panorama sigue siendo baja. De manera similar, Pierre Wunsch, jefe del banco central de Bélgica, está de acuerdo en que los bancos del bloque se mantienen saludables gracias a una sólida supervisión.
A Christine Lagarde, dent del BCE, le preocupa que las subidas de los tipos de interés del banco puedan verse magnificadas si los bancos se vuelven más reacios al riesgo y empiezan a exigir tipos más altos al prestar.
Esto podría implicar que el banco central tendría que hacer menos. Sin embargo, Fabio Panetta, miembro de la junta del BCE, ha expresado su preocupación por la debilidad de la demanda, lo que podría dificultar un mayor ajuste.
El BCE ha estado pagando un 3% récord en depósitos bancarios desde julio, y los mercados financieros esperan otro aumento al 3,5% a finales de este año. Sin embargo, el BCE eliminó recientemente su expectativa de volver a subir las tasas en las próximas reuniones, dado el nerviosismo financiero reciente.
Ignazio Visco, gobernador del Banco de Italia, ha pedido una política monetaria “muy dent ”, ya que es crucial para evitar una contracción del crédito. Lagarde ha reafirmado el compromiso del BCE de llevar la inflación en la eurozona al 2%, destacando que las subidas pasadas apenas empiezan a repercutir en la economía.
Sin embargo, mientras que la inflación general está cayendo rápidamente, el crecimiento de los precios subyacentes sigue siendo obstinadamente alto, lo que indica que la inflación puede seguir siendo obstinada.
Lane espera que los precios subyacentes disminuyan con el tiempo a medida que los costos de combustible más bajos se filtren a otros sectores. Sin embargo, ha advertido que esta expectativa se basa en el crecimiento de los salarios que alcanzará su punto máximo este año.
El BCE se mantiene alerta
El BCE sigue de cerca el sector bancario y los riesgos potenciales para la política monetaria, ya que los inversores siguen preocupados por el impacto de las turbulencias financieras en curso.
El banco central de los 20 países que comparten el euro ha aumentado la tasa que paga sobre los depósitos bancarios a un récord del 3 % desde julio, y se espera que haya otro aumento al 3,5 % más adelante este año.
Sin embargo, el BCE eliminó recientemente su expectativa de volver a subir las tasas en las próximas reuniones a la luz de los recientes nervios financieros.
El BCE se mantiene alerta y está monitoreando de cerca el sector bancario en busca de riesgos potenciales para la política monetaria en medio de la escalada de turbulencias financieras. Su compromiso de llevar la inflación en la eurozona al 2 % se mantiene firme, a pesar de las preocupaciones constantes sobre el crecimiento de los precios subyacentes.