La atmósfera serena del campo de golf Mimosa Plus en Clark, a solo 92 km al norte de Manila, fue testigo de una transformación en abril. Por primera vez desde el final de la Guerra Fría, más de cien soldados estadounidenses regresaron a un área que alguna vez sirvió como la base aérea más grande del mundo fuera de las fronteras de Estados Unidos.
Este aparente resurgimiento de estadounidense marcó un compromiso renovado de los EE. UU. para fortalecer su postura en la región del Indo-Pacífico.
EE. UU. aumenta los ejercicios militares: el mensaje oculto
Como parte de un gran ejercicio militar anual llamado Balikatan, que significa “hombro con hombro”, estas tropas eran un componente integral de una fuerza de 17.600 tron .
Este extenso simulacro no fue una mera práctica, sino una parte clave de una estrategia amplia y multifacética de la administración Biden para abordar las amenazas percibidas de China en la región.
La escalada de actividades ha disipado las preocupaciones iniciales sobre el posible debilitamiento de la posición de Estados Unidos sobre China bajo la nueva administración.
En cambio, las medidas de Biden, que van desde seguridad estricta hasta controles de exportación destinados a restringir el acceso de China a semiconductores avanzados, pintan una imagen de una política exterior de EE. UU. que sigue comprometida con un enfoque firme hacia China.
Además, su administración ha logrado avances significativos para persuadir a los aliados europeos inicialmente vacilantes de que asuman una posición tron con respecto a China.
Ely Ratner, el principal funcionario del Pentágono en Asia, habla de una “alineación extraordinaria” entre los aliados de EE.UU. La documentación de la estrategia del Indo-Pacífico, los simulacros y los ejercicios conjuntos revelan un esfuerzo concertado para mejorar la disuasión a través de una arquitectura de seguridad más "enrejada".
Estados Unidos está trabajando activamente para superar la desventaja geográfica, a menudo conocida como la "tiranía de la distancia", al posicionar sus fuerzas de manera más efectiva en la extensa región del Indo-Pacífico, que constituye más de la mitad del planeta.
El reciente acuerdo con Manila que permite el acceso militar estadounidense a cuatro bases adicionales en Filipinas representa un avance significativo.
Estas nuevas ubicaciones, tres de las cuales se encuentran en la isla principal del norte de Luzón, cerca de Taiwán, indican un cambio significativo de las inclinaciones chinas de la administración anterior de Filipinas bajo Rodrigo Duterte.
Reinicio del pivote de Asia: una nueva era de colaboración
Este movimiento representa un solo hilo en el tejido más grande del renovado “pivote” asiático de Estados Unidos, una iniciativa política presentada por el dent Barack Obama en 2011.
A diferencia del pivote inicial, la nueva iteración, a menudo denominada “pivote 2.0”, tiene mayor peso e implica una mayor participación europea.
Estados Unidos ha estado alentando a sus aliados asiáticos, como Japón y Corea del Sur, a brindar más apoyo, al tiempo que insta a las naciones europeas a aumentar su presencia en la región del Indo-Pacífico.
A pesar de estas medidas de seguridad, persisten las dudas sobre la capacidad de Estados Unidos para frenar el ascenso de China en la región. Los críticos argumentan que el enfoque de la administración Biden ha sido demasiado militarista, sin una estrategia económica sólida para contrarrestar
La influencia de China. Sin embargo, EE. UU. está innovando constantemente su enfoque militar, con estrategias que incluyen el despliegue de una fuerza más móvil y dispersa menos vulnerable a los misiles chinos y la adopción de un modelo de "empleo de combate ágil" para un despliegue rápido.
La conclusión es que el aumento de las actividades militares de EE. UU. y las alianzas recientemente fortalecidas cerca de la frontera con China señalan un giro estratégico en la región, aludiendo a un enfoque más asertivo para mantener el equilibrio en la región del Indo-Pacífico.
Sin embargo, queda por ver si estas tácticas serán suficientes para controlar la creciente influencia militar de China.