Nos adentramos profundamente en el enigmático matic de las pruebas zk. ¿Y quién mejor para guiarnos que el prodigioso Vitalik Buterin , cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de innovación blockchain Su último artículo, plagado de capas de complejidad, abre una caja de Pandora de posibilidades para el ámbito blockchain.
Desenmascaremos a esta bestia y veamos qué tesoros guarda.
El dilema del grupo de privacidad
En el centro de este debate se encuentra Tornado Cash , un protocolo celebrado por su capacidad para ocultar las huellas transaccionales en el mundo de las criptomonedas. Si bien ofrecía anonimato al romper el vínculo entre las direcciones de depósito y retiro, era un arma de doble filo.
El protocolo, aclamado por muchos, pronto se convirtió en un refugio para personas con intenciones cuestionables. En consecuencia, esto llevó a las autoridades a presentar cargos penales contra sus creadores, ensombreciendo su verdadero potencial.
Buterin, junto con un steem grupo de coautores, a saber, Jacob Illum, Matthias Nadler, Fabian Schar y Ameen Soleimani, han señalado este defecto inherente.
Sostienen que, si bien Tornado Cash podría haber sido innovador, carecía de salvaguardias para impedir su uso indebido. Y ahí es donde entran en juego las pruebas de zk.
El genio de las pruebas zk: lograr el equilibrio
Partiendo del escenario de Tornado Cash , Buterin y su equipo proponen un enfoque más matizado. ¿Qué pasaría si los usuarios pudieran dar fe de forma transparente de la legitimidad de sus fondos directamente en la cadena de bloques?
El mecanismo que proponen introduce dos tipos de validaciones: pruebas de membresía y pruebas de exclusión. En esencia, un usuario ahora puede validar abiertamente que su retiro proviene o no de un conjunto particular de depósitos.
Para los escépticos y críticos entre nosotros, esto suena como un sueño. pero como funciona? Buterin y sus coautores nos ofrecen un escenario.
Considere un grupo: Alice, Bob, Carl, David y Eve. Si bien los primeros cuatro son transparentes y respetuosos de la ley, Eve tiene una reputación cuestionable. Ahora, cuando cualquiera de estas personas decide retirar su criptomoneda, puede seleccionar un conjunto de asociaciones. Este conjunto determina el origen de sus fondos. Para permanecer fuera de sospecha y mantener su reputación, Alice, Bob, Carl y David pueden optar por excluir los depósitos de Eve de su conjunto. Eva, en su situación, no puede disociarse de su propia historia transaccional y permanece en un conjunto de asociaciones más amplio que abarca a todos los participantes.
Una solución tan innovadora no depende de la bondad de los participantes. Más bien, proporciona incentivos claros para mantener la transparencia y la integridad. La idea de utilizar conjuntos de asociaciones es un salto fundamental para los protocolos de grupos de privacidad, haciéndolos más resistentes contra el uso indebido.
Pero las maravillas de las pruebas zk no terminan ahí. Van más allá de la simple transparencia transaccional. Los usuarios pueden emplearlos para confirmar que sus fondos no tienen vínculos con fuentes ilícitas. También pueden utilizarlos para certificar la legitimidad de sus fondos sin revelar detalles complejos.
Este artículo no sólo revoluciona el debate sobre la privacidad; desafía una noción de larga data. La privacidad y el cumplimiento normativo a menudo se han considerado fuerzas antagónicas. La exploración de Buterin sugiere que con las herramientas y la tecnología adecuadas, como las pruebas zk, pueden coexistir y complementarse entre sí.
Y esto no es sólo una postulación teórica. Existe una tendencia creciente de protocolos que integran soluciones a prueba de zk. Ethereum , siempre a la cabeza, continúa liderando la carga. El próximo año promete ser innovador, ya que se prevé que las pruebas zk encabezarán el crecimiento, especialmente a medida que las regulaciones evolucionen y las personas se vuelvan cada vez más protectoras de su privacidad.