Jermu Michael Salonen envió una bomba a la firma CryptoPay con sede en el Reino Unido cuando no cumplieron con su solicitud. El hombre de unos cuarenta años envió un correo electrónico a la empresa el año pasado, en el correo electrónico solicitó que cambiaran su contraseña, sin embargo, debido a los términos de servicio de la empresa, esto no fue posible.
El departamento de policía local confirmó que la bomba estaba activa y podría haber estallado contra cualquiera que hubiera intentado abrirla. El informe también indicó que fue debido a la extrema fortuna que el abridor de correo no resultó herido.
El abrecartas dijo que la firma enseña a sus empleados a abrir estos sobres desde el centro, mientras que la policía confirmó que si se hubiera abierto con la solapa la bomba habría estallado. El abridor de correo sospechó del paquete mientras lo abría, por lo que se detuvo a mitad de camino.
Interpol y la autoridad de Londres se unieron en esta investigación y arrestaron con éxito al sospechoso. Más tarde, Jermu fue declarado culpable y condenado a seis años de prisión.
Esta es una llamada de atención a las empresas de comercio de criptomonedas para que reconozcan la existencia de terroristas y otros delincuentes presentes en el mundo que eventualmente afectarán a estas empresas. Además, estas empresas deben guiar a sus consumidores para que permanezcan fuera de peligro.
Tales incidentes continúan dent sus feas cabezas de vez en cuando. Se ha vuelto cada vez más importante estar atento para que uno pueda mantenerse a sí mismo y a los que lo rodean fuera de peligro.