La firma de inversión croata Bitlucky se ha visto envuelta en controversia tras su repentino colapso y la supuesta pérdida de 75 millones de dólares en activos de clientes. Las autoridades croatas han investigado el asunto, marcando un giro matic en la floreciente escena criptográfica del país.
Una caída en el universo blockchain
Bitlucky, una vez retratado como "su ventana al mundo de la cadena de bloques ", ahora presenta una imagen destrozada. La caída de la empresa ha conmocionado a la criptocomunidad, particularmente en los Balcanes, con su promesa de una entrada segura en el mercado digital.
El director de la empresa, Luka Burazer, supuestamente envió un correo electrónico a sus aproximadamente 700 clientes, informándoles de una cadena de transacciones y decisiones adversas que hundieron a la empresa en una crisis. “Desafortunadamente, con una serie de malas operaciones y decisiones, puse en crisis el estado de la empresa”, declaró Burazer en su correo electrónico, según informes de los medios. Sin embargo, los clientes de la empresa ahora deben lidiar con las consecuencias de su abrupto cierre.
Bitlucky era conocido por su papel como intermediario, ofreciendo servicios de asesoramiento y educación en la criptoesfera. Aparentemente, la firma ayudó a los clientes a invertir en Bitcoin y otros tokens, y el cierre matic provocó reacciones de sorpresa y escepticismo.
Promesas incumplidas y un reguero de sospechas
La promesa de Bitlucky de retornos de inversión mensuales del 5 al 25% ahora parece ser más un espejismo que una realidad. Es esencial saber que la noticia no solo ha desconcertado a los clientes de la empresa, sino que también ha generado ripple en la comunidad de criptomonedas de Croacia, generando sospechas sobre la autenticidad de las operaciones de Bitlucky.
La Asociación Croata de Blockchain y Criptomonedas se distancia rápidamente de Bitlucky. Sin embargo, reveló que la firma no era miembro y que su director no participaba en las mesas redondas o conferencias de la asociación.
La especulación abunda en la criptocomunidad, y algunos miembros sugieren que Bitlucky podría haber sido un esquema Ponzi. Esta opinión se ve subrayada por las supuestas promesas poco realistas de la empresa y la falta de voluntad de su director para mantener una presencia visible en los medios.
Aún no se ha cuantificado el alcance de los daños, pero no se puede ignorar la pérdida potencial de casi 75 millones de dólares y el impacto en al menos 700 personas. A medida que la policía croata profundice en este caso, el mundo observará atentamente las revelaciones que surjan de la repentina recesión de Bitlucky.