La integración de la Inteligencia Artificial (IA) en la cadena de bloques está generando una nueva generación de altcoins importantes, destinadas a descentralizar varias industrias. A medida que nos acercamos a 2024, ciertos proyectos de IA se destacan por sus enfoques innovadores y su potencial para obtener resultados estelares. Entre ellos, InQubeta está ganando una atención significativa como sensación en el mercado por su plataforma de inversión única.
Bittensor (TAO): incentivar el intercambio de información
Bittensor es un protocolo innovador que fomenta una red descentralizada de aprendizaje automático. Al incentivar la colaboración entre modelos de aprendizaje automático, Bittensor recompensa las contribuciones en tokens TAO en función del valor informativo proporcionado. Esta plataforma de código abierto tiene como objetivo establecer un mercado para la IA, donde el intercambio de conocimientos se facilite en un entorno transparente y sin confianza, permitiendo a los usuarios acceder a una inteligencia colectiva como nunca antes.
SingularityNET (AGIX): un mercado habilitado para IA
SingularityNET se ha hecho un hueco al democratizar la IA a través de un mercado accesible. La plataforma permite a los usuarios crear, compartir y monetizar servicios de IA utilizando tokens AGIX, abordando la creciente demanda de soluciones de IA. Al cerrar la brecha entre los desarrolladores y los usuarios de IA, SingularityNET fomenta un ecosistema donde convergen el conocimiento estructurado y las redes neuronales, abordando las limitaciones de las tecnologías de IA actuales.
InQubeta (QUBE): una sensación criptográfica emergente
En medio del próspero panorama de las altcoins de IA, InQubeta emerge como una plataforma pionera diseñada para democratizar la inversión en nuevas empresas de IA. Al utilizar tokens QUBE, InQubeta facilita inversiones fraccionadas en NFT de tendencia, lo que permite a las personas participar en el creciente mercado de la IA sin las tradicionales barreras de entrada. Este enfoque ayudará a las nuevas empresas a obtener el cash que necesitan y, al mismo tiempo, brindará a los inversores una oportunidad real de ser parte de proyectos innovadores de IA.
Con los tokens QUBE, puede comprar una porción de nuevas empresas de IA a través de NFT fraccionales, lo que significa que no solo podrá obtener algunas ganancias, sino que también obtendrá beneficios especiales. Además, dado que QUBE es una moneda ERC20 deflacionaria, su valor puede seguir aumentando a medida que cae la oferta. El rumor es real: ya han recaudado más de 10,6 millones de dólares en su preventa. Y con planes para expandirse a diferentes redes blockchain e implementar nuevas funciones como Swap y DAO, las cosas solo están mejorando para QUBE.
Visite la preventa de InQubeta
Fetch.AI (FET) – Automatización de IA
Fetch.AI es como la encrucijada donde se encuentran la IA, las máquinas de aprendizaje y la cadena de bloques. Se trata de hacer que la economía digital funcione sola, con pequeños agentes inteligentes que manejen las transacciones sin necesidad de que presionemos un botón. Todo el mundo de Fetch.AI está impulsado por tokens FET, que son la columna vertebral para construir un sistema más inteligente e intuitivo que aprende, se adapta y resuelve problemas por sí solo.
Zignaly (ZIG) – Inversión impulsada por IA
Zignaly está revolucionando el mundo de la inversión social con la ayuda de la IA. Es un lugar donde puede asociarse con administradores de fondos expertos y seguir sus estrategias de inversión, todo de una manera clara y eficiente. Los tokens ZIG son el corazón de Zignaly, lo que lo convierte en un lugar al que acudir para sumergirse en el futuro de las inversiones digitales junto con otros.
Conclusión
Mientras esperamos el año 2024, el panorama de la IA y las criptomonedas se está preparando para algunos cambios interesantes. Tenemos pioneros como Bittensor y SingularityNET que amplían los límites del aprendizaje automático y los servicios de inteligencia artificial, mientras que Fetch.AI y Zignaly están cambiando el guión sobre cómo interactuamos e invertimos en línea. Se perfila como toda una aventura.
InQubeta ha agregado una nueva dimensión que trae lo mejor de ambos mundos. Los inversores con conocimientos limitados o nulos sobre criptografía ahora pueden poseer una parte de las empresas de inteligencia artificial de alta tecnología. El concepto en sí suena emocionante y único. Sin embargo, uno no debería venderse por una nueva ICO con una idea cautivadora. Es su deber actuar con la debida diligencia y asegurarse de que sus huevos vayan a la cesta correcta.